Cuando empleamos el término Sonata podemos estar haciendo referencia tanto a una forma o estructura determinada, como a un género musical. La Sonata se convertirá en la forma y el género más característico del clasicismo musical debido a que ofrecerá la posibilidad de incluir mayores contrastes emocionales y expresivos dentro de una misma pieza. Esta es una de las principales diferencias entre la música clásica y la barroca, donde sólo se incluía un estado emocional en cada pieza.

     La forma sonata se consideró en un primer momento como una forma binaria donde la parte del desarrollo se incluía en la segunda sección de la obra. Será ya en el siglo XIX donde se considerará una forma tripartita tal cual la conocemos actualmente. En cualquier caso, la forma sonata evolucionará de la interacción de formas binarias y ternarias, diferenciándose de estas últimas en una mayor oposición entre sus temas, la parte del desarrollo no sólo ofrecerá contraste, sino que derivará de los primeros temas expuestos creando así un aumento de la tensión de la parte de la exposición, y en definitiva será una forma más dramática y dinámica.

     Para Philip G. Downs (1998): “En el siglo XVIII, la sonata se caracteriza por ciertos elementos que pueden entenderse en términos de oposición o de creación de tensión, pero que probablemente hayan de interpretarse mejor como elementos de contraste musical.” (p. 54)

     Domenico Scarlatti (1685-1757) nació en Napoles y era hijo de Alessandro Scarlatti, uno de los compositores más importantes de su tiempo. Domenico es recordado, sobre todo, por su música para clavicémbalo, instrumento para el que compuso 555 sonatas. Como dice Philip G. Downs (1998): “… Scarlatti pertenece a ese pequeño grupo de compositores que se dedican a mejorar sistemáticamente la técnica de su instrumento”. (p. 57)

     Una de las características más importantes de las sonatas de Scarlatti es el uso de todo el registro del instrumento. Además, en su mayoría son piezas en único movimiento y con una gran ornamentación en sus melodías.

     Por su parte, Carl Philipp Emanuel Bach (1714-1788) será uno de los mayores representantes del empfindsamer stil y desarrollará buena parte de su carrera en torno a la corte de Federico II en Postdam. Es un compositor que centra su interés en buscar la emoción del oyente, mover sus afectos, y para esto, según él, no es necesario añadir una excesiva ornamentación a la melodía.

     Compuso unas 170 sonatas para instrumentos de teclado y, como nos dice G. Pestelli (1986): “Emanuel Bach es quizá el primer músico del siglo XVIII pleno para el cual la producción para instrumentos de teclado constituye un corpus de notables dimensiones, un campo de tenaces intereses personales y no resarcimiento por éxitos teatrales no alcanzados” (p. 24)

     Centrándonos ya en las dos sonatas objeto de nuestro análisis, podemos observar como la sonata de Scarlatti, en un único movimiento, tiene una forma binaria, donde la primera sección llegaría hasta el tercer tiempo del compás 20 y la segunda sección iría desde el último tiempo del compás 20 hasta el final. También podemos ver que el primer tema de la primera sección tiene una textura más contrapuntística en oposición al resto de la sonata.

 Figura 1. Scarlatti, Sonata K156. Fuente: http://imslp.org

 

     Sin embargo, parece que el carácter de los temas es similar. La segunda sección apenas contrasta con la primera y en el compás 32 utiliza el motivo empleado en el segundo tema de la primera sección para realizar una especie de reexposición. Por tanto, podemos decir que encontramos un solo afecto, no habiendo una gran evolución dramática en la música. Por último, cabe destacar la utilización de recursos con los que Scarlatti adorna la melodía, como notas de paso, mordentes, trinos, escapadas o floreos.

   Figura 2. Scarlatti, Sonata K156. Fuente: http://imslp.org

 

     Por otro lado, el primer movimiento de la sonata de Bach también tiene una forma binaria, pero en ella se aprecia un mayor contraste en las dos secciones. Vemos un primer tema con dos motivos contundentes y podríamos decir que masculinos, el primero compuesto de negras y el segundo es un grupo de corcheas con puntillo y semicorcheas. Estos motivos contrastan con el motivo de semicorcheas que tiene un carácter más melódico y que aparece en el segundo tema de la primera sección de la pieza. Bach reutiliza en la segunda sección los motivos que aparecen en la primera parte, pero dotándoles de un carácter algo diferente. También podemos ver una mayor variedad dinámica y, en cuanto a la textura, estamos ante una obra homofónica, donde vemos fragmentos homorrítmicos y otros de melodía con acompañamiento.

Figura 3. Bach, Sonata H121. Fuente: http://imslp.org

 

Figura 4. Bach, Sonata H121. Fuente: http://imslp.org

 

     Estamos, por tanto, ante una música de menor complejidad en comparación con la anterior sonata de Scarlatti. También observamos menos ornamentación en la melodía, sólo algunos mordentes en el primer tema y un único trino en el penúltimo compás.

 

 

Referencias bibliográficas

Downs, P. G. (1998). La música clásica. La era de Haydn, Mozart y Beethoven. Madrid: Akal

Pestelli, G. (1986). Historia de la música, 7. La época de Mozart y Beethoven. Madrid: Turner

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